Sin lugar a duda el último año
económico del Gobierno saliente, con un Ministro de Economía, sin capacidad para
dominar los problemas principales que teníamos al principio del 2015, ha dejado
una situación delicada al final de su mandato
Los principales datos macroeconómicos
son Déficit Fiscal del 8 % del PBI sin contar deuda flotante, emisión monetaria
de $ 200.000 millones 50% del total de la base monetaria, inflación 28%, cepo
cambiario que acelero la caída de reservas en U$S 5.000 con un stock de U$S
24mil millones BRUTOS y deudas con importadores atrasadas de U$S 8.000.
Pero el problema principal es el
déficit fiscal y la solvencia cambiaría, siendo imposible abordar otros problemas
como es recuperar la actividad económica y la generación de empleo genuino
El Ministro de hacienda Pray
Gay pudo levantar inmediatamente el cepo cambiario habiendo obtenido el compromiso de liquidación de
u$S 400 millones por día con las cerealeras,
conversión de U$S 3000 del swap con
China y arreglo con los importadores de la deuda comercial pendiente de pago y
la obtención de u$S 5.000 millones por el BCRA
El levantamiento del Cepo ha sido
un éxito, dado el ciclo estacional de divisas las empresas necesitaban peos para
pago de aguinaldo y sueldos de diciembre, liquidación parcial de las cerealeras por U$S 400 millones y ausencia de
demanda por importaciones ya sea por no pagar las realizadas y no demandarse
nuevas importaciones
Estas condiciones condujo a una
oferta abundantes de dólares y una ausencia de demanda de dólares de grandes
compradores, que permitió la reducción de la cotización del dólar a U$S 13,8 pero en economía en el corto plazo se
puede hacer cualquier cosa pero no evitar las consecuencias, los factores
estructurales para un desplazamiento del dólar sigue vigente, que es el DEFICIT FISCAL y no se observó medidas
concretas para su reducción en forma drástica, la reducción de subsidios a la
energía (2ptos del PBI), un tenue combate al gasto del estado vía reducción del
personal contratado y cuanto se va a ahorrar producto de los sobreprecios de
las obras publicas
En todos los temas se verá la
decisión del Gobierno en sostener medidas justas y razonables, pero de alto
costo político.
El
ajuste tarifario afecta el apoyo político porque se dará en el GBA y CABA donde
se encuentra el sector que mayoritariamente apoyo al gobierno, en el
segundo los sindicatos estatales que no son proclives a defender trabajadores
sino las cajas de la obra sociales y sindicales producto de los aportes de los
empleados ingresados que negociaron con funcionarios y Ministros hasta
10/12/2015, que deberán ser saneados por actual Gobierno, y esto fue una medida
del anterior Gobierno para complicar la gestión del actual, sin lugar a
duda eliminar los sobreprecios de obras y servicios públicos donde los mismos
llegaban a rondar el 30% y hasta el 50%, es la gran duda que pongo ante este
Gobierno si tiene realmente voluntad política para resolver.
En materia fiscal solo se ha visto
concretado anuncio de aumento de gastos o reducción de ingresos como
retenciones totalmente justas para reactivar la producción y la exportación que
hoy estarían llevando a un déficit fiscal nacional del 9%
El problema
heredado es grave, mucho mas si no se tiene un diagnóstico claro en lo técnico,
pero principalmente en lo político y todo ello sin contar que las condiciones
externa producto del aumento de las tasas de interés en EEUU, la caída del
crecimiento chino y la recesión en Brasil, nuestro principal socio comercial,
debilita el potencial de una salida rápida de la crisis económica, financiera y
política, que ha dejado la administración de Cristina Kirchner y Axel Kicillor,
sostenido por el accionar destituyente de la militancia del Frente para la
Victoria